Confía en el tiempo… y en Dios que lo sostiene todo
- Darón Lemus
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura
Hay frases que atraviesan siglos y siguen teniendo eco en el alma. Por ejemplo, esta frase de Cervantes:
“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.”

Hace siglos, Miguel de Cervantes escribió en Don Quijote de la Mancha una frase que hoy, más que literaria, se siente espiritual:
“Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen dificultad te parecen imposibles; confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.”
Hace unos días, escuché a Antonio Banderas recitarla en una premiación, pero se sintió con tanta fuerza que se me quedó grabada. Y mientras la repetía mentalmente, una pregunta surgió dentro de mí:
¿Y si en vez de decir “confía en el tiempo”, dijéramos “confía en Dios”?
El tiempo, cuando es de Dios, nunca llega tarde
En medio de nuestras dificultades, quisiéramos que todo se resolviera ya. Pero el tiempo, cuando se vive desde la fe, no es una espera vacía. Es una oportunidad para crecer, madurar, aprender a ver lo invisible y, sobre todo, para dejarnos moldear por Dios.
La Palabra nos recuerda:
“Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa.” - Eclesiastés 3,1
El tiempo, lejos de ser un enemigo, puede ser el taller donde Dios forma nuestro carácter, fortalece nuestra esperanza y transforma nuestra visión.
Porque muchas veces no es que Dios no haya respondido… es que todavía está preparando el terreno, o preparándonos a nosotros.
Cuando todo se siente imposible
Cervantes lo dijo con claridad:
“Lo que tiene dificultad, parece imposible.”
Y sí, cuando enfrentamos pruebas fuertes (una pérdida, una decepción, una espera que se alarga) sentimos que no hay salida. Pero ahí, justo ahí, es cuando la fe comienza.
Jesús lo dijo con firmeza:
“Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.” - Lucas 18,27
Entonces… ¿Qué hacemos cuando todo parece ir cuesta arriba?
Esperamos con fe.
Seguimos caminando.
Nos apoyamos en Él.
Porque, como dice la cita, el tiempo da dulces salidas…
pero esas salidas no son obra del azar: son el resultado del obrar silencioso de Dios.
La paciencia no es pasividad
Esperar en Dios no significa quedarnos inmóviles. Es una espera activa: en oración, en trabajo interior, en decisiones pequeñas, en actos de amor.
San Pablo lo expresa así:
“Tengan esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar.” - Romanos 12,12
Dios actúa, pero también nos invita a actuar.
Nos prepara, nos forma, y cuando el momento llega, todo se acomoda como si siempre hubiera sido así. Y entonces comprendemos: lo que parecía imposible era solo una lección disfrazada de dificultad.
Cuando la salida llega
Quizá ahora mismo no ves la respuesta. Quizá sientes que Dios está en silencio.
Pero no confundas el silencio con ausencia. A veces el silencio es señal de que está obrando en lo profundo.
Y cuando la salida llegue (porque llegará) verás que no solo cambió tu situación… cambiaste tú.
Porque las dulces salidas no están solo en lo que ocurre afuera,
sino en la paz que nace dentro.
Te invito a lo siguiente:
Confía. Aunque no entiendas.
Confía. Aunque duela.
Confía. Aunque parezca imposible.
Dios no se tarda… Dios prepara.
Oración final
"Señor, a veces mi corazón se desespera ante lo que no entiendo y mis ojos solo ven puertas cerradas. En esos momentos, te pido que me enseñes a confiar en tu tiempo y no en mis prisas. Ayúdame a creer que lo que hoy parece imposible es solo el inicio de algo que Tú estás preparando con amor.
Dame paciencia para esperar sin rendirme, valentía para seguir caminando aun cuando no vea el final del camino, y fe para recordar que ninguna dificultad es definitiva cuando Tú estás conmigo. Que cada silencio tuyo fortalezca mi esperanza, y que cada prueba se convierta en semilla de algo mejor.
Hazme comprender que no estoy solo, que tus obras toman tiempo, pero siempre llegan a su hora perfecta. Que pueda descansar en tu voluntad y reconocer que las salidas más dulces nacen de las batallas más amargas, cuando se viven contigo."
Amén.
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A veces creemos que todo está perdido… pero Dios está obrando en silencio.
Como dijo Cervantes:
“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.”
Yo prefiero decir:
Confía en Dios, que es dueño del tiempo.

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