Dejar de soñar para empezar a vivir
- Darón Lemus
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Una mirada católica a la película "La increíble vida de Walter Mitty"
Hay películas que se quedan con nosotros no por los efectos visuales ni la trama complicada, sino por el eco que dejan en el alma. La increíble vida de Walter Mitty es una de esas. La historia de un hombre común que pasa de soñar despierto a vivir despierto, de imaginar su vida ideal a recorrerla paso a paso.
Lo impactante es que ese despertar también tiene un mensaje espiritual profundo: cuántas veces también tú y yo hemos soñado una vida distinta… sin atrevernos a caminarla con Dios.

El riesgo de vivir solo en la imaginación
Walter tenía una vida normal, incluso monótona. Pero en su mente vivía mil aventuras: salvaba vidas, era valiente, destacaba. Soñaba con ser alguien más. Y tú y yo también hemos estado ahí: imaginando escenarios donde somos más fuertes, más felices, más libres.
Pero, ¿de qué sirve soñar con una vida plena si no estamos dispuestos a vivirla con pasos reales?
El cristianismo no es solo fe contemplativa: es una fe en movimiento. Dios no nos llama a vivir en la fantasía, sino en la acción. Como dice Santiago 1,22:
"Pongan por obra lo que dice la Palabra y no se conformen con oírla, pues se engañarían a sí mismos"
Cuando Dios te invita a saltar
La gran transformación de Walter comienza cuando se atreve a salir de su rutina, a lanzarse a lo desconocido. Y lo hace por una misión: encontrar a alguien, entregar algo, responder a un llamado. En ese caminar, descubre su valentía.
¿Te suena? Así actúa Dios también. Nos llama a dejar nuestras zonas cómodas. A renunciar a la versión “editada” de nuestra vida, para vivir la versión auténtica: la que camina de su mano, aunque dé miedo.
“No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino.” - Lucas 12,32
A veces Dios no cambia tu vida en un instante, pero te invita a dar un paso. A veces el milagro no es el destino… sino tener el valor de caminar con Él.
La belleza está en lo real (aunque no salga en redes)
Una de las frases más memorables de la película es cuando el fotógrafo dice:
“A veces no tomo la foto. Solo me quedo en el momento.”
Vivimos buscando mostrar, capturar, brillar. Pero Dios quiere que aprendamos a vivir sin filtros, sin ediciones, sin esperar aprobación. Que aprendamos a estar presentes. Que la vida no se resume en lo que soñamos… sino en lo que elegimos hacer hoy.
“¡Este es el día que ha hecho el Señor, gocemos y alegrémonos de él!” - Salmo 118,24
Deja de soñar. Empieza a caminar.
Dios no está solo en las metas, está en el proceso. Está en los días comunes. Está en la renuncia al miedo, al “qué dirán”, a la comodidad que te paraliza. Él está en cada paso que das por fe.
Dejar de soñar no es matar los sueños, es hacerlos realidad en Dios. Es elegir que tu vida ya no será una película no vivida… sino una historia real escrita con propósito, valentía y presencia divina.
Si estás esperando el “momento perfecto”, puede que nunca llegue. Pero si hoy decides dar el primer paso con Dios… la película de tu vida comienza ahora.
“Levántate y brilla, que ha llegado tu luz y la Gloria de Yavé amaneció sobre ti.” - Isaías 60,1




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